domingo, 20 de enero de 2013

Una mano suave como el cariño, pequeña como el amor intenso,  una mano que temblaba como temblaba mi propio cuerpo. Una mano a la que me aferré con todas mis fuerzas, de la qué nunca quise soltarme pero que no pude sostenerme por mucho mas tiempo.

Desperté y miré a mi alrededor y comprendí que  de nuevo me encontraba  con la realidad, mi realidad. Una realidad quizás, un poco confusa, llena de preguntas sin respuestas, una lista  de destinos con muchos caminos y un camino  recorrido vacío de sentimientos.....
Una mano  a la que no  supe agarrarme fuertemente, una mano que me dejó caer, cansada tal vez   del rechazo o de la terquedad, o simplemente una mano que me está dando la oportunidad de que ahora siga  construyendo mi camino con la mías propias.